Un buen libro es aquel que se lee más de una vez y no pierde su encanto.

¿De qué trata la historia?
Dado a las circunstancias, Cat desea meterse a la antiquísima guerra que llevan a cabo los ángeles y los demonios desde el principio de los tiempos para obtener redención, pues, se culpa por la muerte de su padre ya que éste fue asesinado mientras la esperaba fuera de una gasolinera por motivos fisiológicos. La culpa es tan grande que le impide pensar con claridad y, a pesar de las advertencias de un par de individuos que formaron parte importante de su infancia, decide meter sus narices a un conflicto que va más allá de sus habilidades y, por ende, entendimiento. Al principio duda en entrometerse, sin embargo, dos atentados en su contra la ponen entre la espada y la pared, pues, una vez consciente que su vida corre peligro se le enciende la vena curiosa junto a una ferviente exigencia por una explicación. En su travesía conoce a Ángelo, un demonio que ve en ella una salida a su monotonía y aburrimiento.
Una de las primeras pistas que encontraron para descubrir al asesino del padre los conduce hacia el encuentro de Nergal, un demonio milenario conocido por tráficar con información. En la charla descubrimos que él es el sicario y encargado de los dos atentados que sufrió nuestra protagonista, ante ello Ángelo consigue darle a nuestra protagonista dos días de plazo para esconderse al mismo tiempo que obtiene otra pista: un demonio antiguo está detrás de su cabeza. En lugar de hacer uso del sentido común, replantear su estrategia y pedir ayuda, Cat se afianza a su desconfianza, se porta bravucona con Nergal obteniendo en consecuencia un ataque a su espíritu a manera de crisis de ansiedad que la lleva a un episodio de depresión. Para empeorar la situación, Ángelo, reconociendo sus límites, le dice que no podrá continuar a su lado porque no es lo suficientemente fuerte como para provocar a un pez gordo. Aunque luego regresa con la noticia de que otro pez gordo los ha apadrinado.
Si bien es entendible que nuestra protagonista representa, o busca representar, la crianza judeocristiana tradicional, su comportamiento irracional carece de sentido una vez que se menciona que gran parte de sus ideas fueron fuertemente influenciadas por El libro de Enoc.
¿Y qué nos cuenta El libro de Enoc?
En términos generales nos cuenta el cómo Enoc es llevado hacia el trono del creador para presenciar y plasmar por escrito una serie de acontecimientos, siendo la caída de los ángeles como el más destacable de su contenido.En sus páginas nos narra como ángeles vigilantes rebeldes se acercaron a los humanos, compartieron conocimientos, cortejaron a las mujeres consiguiendo procrear con ellas creando así la raza de los Nefilim. En consecuencia, fueron castigados siendo encarcelados en uno de los círculos inferiores del propio cielo aguardando el día del juicio final, y la tierra fue “purificada” mediante el gran diluvio. Un dato interesante de esta obra es, además, el resalte de cómo la humanidad es cómplice de su propia desgracia y destino.
¿Y cómo se manifiesta en el libro?
Reside en la interpretación que se da en la trama. Si bien Cat, como mencioné, representa la poca solvencia que tiene una crianza basada únicamente en ideologías judeocristianas, no quito el dedo del renglón en la conveniencia interpretativa que ejerce sobre el libro: nuestra protagonista entiende la caída de los ángeles como el nacimiento de los demonios, cuando en el mismo libro se dice que estos caídos en ningún momento cambiaron su esencia.Aunque no todo está mal en la manera en que la autora manejó el mito de Enoc. El hecho de interpretar a los nefilim como el nacimiento de la humanidad misma resulta interesante, una manera de darle un sentido de responsabilidad a nuestra propia existencia, después de todo, el principio fundador de Dos velas para el diablo es un discurso ecologista que busca sembrar en los lectores la responsabilidad por salvaguardar nuestro mundo. Pero no puedo ignorar esta espinita que se llama coherencia.
Verás, si bien el utilizar el mito de Enoc como medio para emprender su discurso ecologista es bastante interesante, flaquea en gran medida dado al propio mito. El Libro de Enoc se sitúa, en teoría, en algún momento donde ya existía una primera humanidad, aunque se busca redireccionar dicho mito con su idea de que la humanidad nació de una especie de tregua entre demonios y ángeles no terminó de convencerme ya que la lógica de su mundo narrativo es, para bien o para mal, la misma que rige nuestra realidad.
Es cierto que hacer una cronología de la mitología judeocristiana es un ardúo trabajo, especialmente porque la biblia y otros textos más tienen contradicciones temporales, por lo que le reconozco a la autora el detalle de crear ella misma un punto de partida para desarrollar la trama, sin embargo, como dije, eso no la exime de tener un par de huecos argumentales siendo el principal el que ya mencioné: la supuesta creación de la humanidad como fruto de una unión prohibida es muy poético, pero carece de bases una vez que conoces la fuente que lo inspiró, al tiempo que convenientemente se ignora un acontecimiento importante a nivel bíblico: el gran diluvio.
Lo que no me gustó del libro
La explicación del origen de la humanidad.Como ya dije, le reconozco a la autora el haber creado un punto de partida para el desarrollo de su trama, sin embargo, creo que hubiese sido más profundo el que “los hijos del equilibrio”, ósea, la supuesta humanidad que nació de la unión entre dos fuerzas antagónicas no se hubiese basado en el mito de Enoc, sino que en el mito de los Anunakis. Basarse en otro mito todavía más antiguo que el de Enoc hubiese dado más credibilidad a la trama, además de agregarle una nueva capa de complejidad al desarrollo de la travesía de nuestros protagonistas por descubrir el deseo de entidades milenarias por eliminar a la humanidad en pos de salvar al mundo.
Luego tenemos a sus personajes, especialmente los demonios.
Laura Gallego se esfuerza demasiado en presentar a los demonios y ángeles, sin embargo, la manera de hacerlo me dejó un muy mal sabor de boca. En la historia los demonios se presentan con conductas prepotentes que rayan en el infantilismo: eso de presentarse con nombre de pila y algunas acciones al tiempo que se dice que son entidades discretas cae en una contradicción tan notable que hace de los mismos un chiste. Es decir, estamos hablando de entidades capaces de influir en gran medida a un sin número de personas con solo su labia, criaturas seductoras, engañosas y peligrosas, ¿cómo vas a presentarlos como un grupito de pandilleros prepotentes carentes de chispa alguna? Me hubiese encantado que la autora los presentara incluso con conductas arcaicas que los mostraran como seres enigmáticos y seductores, cosa que ha hecho con otros personajes como en el libro “Donde los árboles cantan” por dar un ejemplo.
Los ángeles, si bien no corrieron con la misma suerte, el presentarlos como mártires no terminaba de encajar con la figura guerrera que también los envuelven.
Y que no se me olviden los protagonistas.
Empezaré con Ángelo, mi personaje favorito.
… Laura, ¿en serio? ¿un demonio hacker? No digo que Ángelo siempre estuvo detrás de un ordenador en toda la historia, pero el que se dijera que desarrolló un lenguaje a partir del latín en el ordenador sin tener en su carácter nada relacionado con lo mismo me resultó muy conveniente, como incongruente. Hubiese sido más interesante que nuestro personaje tuviese una biblioteca llena de libros antiguos en su propio lenguaje resguardados ahí. ¿Cómo se explicaría la preservación de manuscritos, pergaminos y demás libros escritos por él? Simple, existe un papel, bastante caro, que puede resistir el paso del tiempo gracias a la manera en que lo elaboran, estoy hablando del papel Washi.
También tengo queja en su actitud. Para ser un demonio longevo que tiene basta experiencia para relacionarse con la humanidad, mostró bastantes carencias a la hora de tratar con una adolescente dolida, quejándose de sus ideas, enviándola callar y demostrando hartazgo cada dos páginas, enviando al traste dicha afirmación. No es que no me gustase su personalidad, al contrario, me gustó mucho, pero no era coherente con su supuesta longevidad. Me hubiese gustado ver un poco más de madurez en el personaje mediante actitudes seductoras o neutrales que pusiesen a la protagonista a reflexionar y, ¿por qué no? Al lector.
Y luego está Cat, nuestra protagonista. Sufrí con ella, lo confieso. No es que no actuase conforme a su edad, sin embargo, su personalidad no terminó por convencerme de que fue criada por un ángel. En toda la historia se la pasa criticando a los demonios al punto de rayar en el racismo. No lo digo de broma. Ella misma se portaba malagradecida en cada buen acto que le hacía su compañero diciendo que, como venía de un demonio, siempre había una mala intención disfrazada, y luego se quejaba de porqué él no era amable con ella justo después de haberle insultado en la cara. Digo, si fue criada por una entidad que se presenta como justa, piadosa, bondadosa, y respetuosa hacia todo ser viviente, me hubiese gustado que la protagonista tuviese, como mínimo una conducta mentalidad más… budista. Me explico, en la tradición budista se tiene una mentalidad más abierta en cuanto a las acciones de las personas, la armonía del mundo, y, sobre todo, la aceptación de la existencia de bondad en la maldad y viceversa. En su lugar, tenemos a una adolescente malcriada con actitudes de niña mimada que contradicen la crianza nómada que tuvo.
Lo que me gustó.
Irónicamente, la relación entre Ángelo y Cat.Sí, sí, sé que dije que un principio la dinámica de esta dupla me resultó insufrible, sin embargo, reconozco que los chascarrillos que se hacían entre sí eran divertidos y permitían que la historia avanzase. La integración de otras figuras del folclore judeocristiano resultó interesante por la manera en que se presentaban y ofrecían la información. Además, el nacimiento del amor entre los protagonistas resultó tierno.
Conclusiones
Me hubiese gustado que Cat tuviese una crianza más budista para llevar a cabo la historia, es decir, que expresase y actuase realmente como una chica alejada de la sociedad, eso hubiese dado un conflicto más intenso en cuanto a la confianza entre los ángeles y los demonios. Con los demonios también tengo mis reniegos, me hubiese gustado una actitud más amenazadora, intimidante, en lugar de las soberbias presentaciones.En general, como dije en un principio, es una historia entretenida a la que le tengo cariño, a pesar de lo mucho que me he quejado, reconozco que el discurso ecologista es ameno. Es una historia con fallas, ya lo dije, pero que vale la pena echarle un ojo como una manera introductoria hacia la critica de las creencias tradicionales de la religión más famosa de occidente.
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